Yunjin pasó en su auto a buscarla, la besó como bienvenida y disfrutó del viaje hasta el restaurante. La americana no notó ningún cambio en su novia, sólo que estaba resultando bastante pegada a ella, digamos que un poco más de lo normal.

A pesar de preguntar porqué la repentina cita, Chaewon logró distraerla de ello, sacando otro tema de conversación. Para su suerte, Yunjin se distrae rápidamente de todo.

Tenía su noche planeada; una cena tranquila, luego ir por bebidas y provocarla con algún baile hasta llegar a su habitación de hotel donde finalmente obtendría lo que quería. Chaewon creía muy firmemente que esta vez se cumpliría.

Lo que no planeó fue a esa estúpida mesera.

Al llegar, sonrió de más, cuando las guió a la mesa logró notar su roce con el brazo de Yunjin, también a sus ojos lujuriosos mirando lo bien que vestía su novia. Chaewon estaba que sacaba humo por las orejas, y la idiota de Yunjin no entendía porqué.

─ ¿Quieres otra mesa? ─ le preguntó tomando su mano con calma.

─ No, estoy bien aquí.

─ ¿Segura? No me molestaría ir a otro lado.

─ Yunjin, estoy bien.

La americana no preguntó más. Se centró en el menú del lugar y a penas sí la miraba, Chaewon se quería golpear con fuerza. Nada estaba resultando.

─ Necesito ir un momento a el baño.─ murmuró la pelinegra. Pero entonces se golpea accidentalmente con la misma mesera que traía sus bebidas, haciendo que las copas se vaciaran sobre la pobre chica.─ ¡Lo siento mucho!

La mesera estaba sorprendida, pero dejaba que Yunjin intentaste limpiar el desastre con algunas servilletas de papel. Se notaba su satisfacción, al menos para Chaewon.

─ Lo estoy empeorando, lo siento, lo siento.─ seguía la americana.

Chaewon se levanta finalmente, apartando a Yunjin de la chica.

─ Pagaré el desastre y nos iremos, no se preocupe.─ dijo con total seriedad.─ Una disculpa por el inconveniente.

─ Oh, está bien. No se preocupen que esto pasa muy seguido. Sólo debo ir a cambiarme.

─ Déjeme ayudar con la limpieza.─ Yunjin enrojeció al ver el rostro de ambas.─ Quiero decir, el suelo, sí, está mojado. Iré por una escoba o lo que sea.─ se alejó rápidamente antes de que pudieran decir algo.

─ Tu hermana es linda.─ comentó la mesera, sus cejas levantadas.

Chaewon quería golpearla.

─ Sí, ella es linda.─ asintió sonriendo. Luego Yunjin vino con un chico que parecía ser el encargado de la limpieza, él se puso a trabajar en seguida.─ Amor, vámonos.─ manos en su cintura y dejó un beso en los labios contrarios. Por supuesto no debía de ver a la estúpida mesera para saber que estaba sorprendida.

Y así, Chaewon terminó por dejar que Yunjin pagara el desastre porque decía que fue su culpa. Definitivamente su noche estaba empeorando.